“Velen y
estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento”.
El Papa Francisco expresó hace un
tiempo:
“Estar atentos y vigilantes son las premisas para no seguir
«vagando fuera de los caminos del Señor», perdidos en nuestros pecados y
nuestras infidelidades; estar atentos y alerta, son las condiciones para
permitir a Dios irrumpir en nuestras vidas, para restituirle significado y
valor con su presencia llena de bondad y de ternura”. (Ángelus, 3
diciembre 2017).
Miremos a la Virgen María, como modelo de
este modo de ser y de caminar en la vida. María es la mujer de la espera, que
supo captar el paso de Dios en la vida humilde y lo acogió en su vientre. ¡Una sencilla muchacha del pueblo, que lleva
en su corazón toda la esperanza de Dios! En su seno, la esperanza de Dios ha
tomado carne, se ha hecho hombre, se ha hecho historia: Jesucristo.