La violeta del Huerto
de María
La Hna. María Crescencia Pérez fue
religiosa de las Hijas de María Santísima del Huerto, sus restos descansan,
incorruptos, en la capilla del Colegio de la Ciudad de Pergamino. Fue
proclamada Beata el 17 de noviembre de 2012.
Nació en Buenos Aires, el 17 de
agosto de 1897, quinta hija de inmigrantes españoles.
En septiembre de 1918 la Hna.
Crescencia hizo su Profesión Religiosa, que renovó por seis años hasta que, el
12 de enero de 1924 emitió su Profesión Perpetua.
Los enfermos fueron su causa: en
diciembre de 1924, es trasladada al Hospital Marítimo de Mar del Plata. A
partir de esta tarea su compromiso, su sentido del deber y del amor al prójimo
la colocarían en otro lugar.
El 8 de marzo de 1928, Crescencia
llega a la comunidad de Vallenar, Chile, localidad que había sufrido una fuerte
epidemia y un terremoto, para entregar su amor y a dar todo en pos de una
comunidad tan necesitada. Debido a que ya estaba enferma no se le permitía
estar en contacto con los pacientes, por lo que era la responsable de la
farmacia, de la cocina y de la dieta de cada paciente internado.
En 1930 contrajo bronconeumonía y
agravo así su estado de salud. Meses después fue diagnosticada con tuberculosis
pulmonar. En 1931, viajó a la localidad de Quillota, a la Congregación de las
Hermanas del Huerto, una casa para realizar ejercicios espirituales. Pero
finalmente es internada en el Hospital de Freirina bajo estrictas condiciones
de aislamiento permaneciendo en absoluta soledad.
Tras meses de dolor y
sufrimiento, la Hermana María Crescencia falleció un 20 de mayo de 1932. Su
legado de amor, compromiso y cuidado al otro se reflejó en los rostros tristes
y conmovidos de cientos de personas que salieron a las calles a darle su último
adiós a quien llamaban “La Santita” o “Sor Dulzura”.