“Bendita eres entre las mujeres y bendito
es el fruto de tu vientre”
Esta
celebración mariana es la fiesta más antigua y la más importante de las
dedicadas a la Virgen María. Es fiesta de precepto para los católicos y se
refiere a su asunción en cuerpo y alma al cielo.
María
fue concedida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de
pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue
manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado.
María cumplió perfectamente con la voluntad de
Dios en su vida y eso es lo que la llevó a llegar a la gloria de Dios. Esta es nuestra esperanza.
Lo que ella ha alcanzado nos anima a nosotros.
Ella
es nuestra Madre del Cielo y está dispuesta a ayudarnos en todo lo que le
pidamos.