“El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios”
El 7 de julio se celebra
el Día Nacional de la Conservación del Suelo, decretado en 1963 por la
Presidencia de la Nación Argentina en reconocimiento al Dr. Hugh H. Bennett,
pionero y emblema en la disciplina. Bennett, dedicó su vida a demostrar que el
cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos
o como el mismo lo decía:
"La tierra productiva
es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene
con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas".
Este recurso sufre una
degradación progresiva a causa de la erosión, desmontes, uso del fuego,
sobrepastoreo, labranzas inadecuadas, falta de rotación de cultivos y expansión
de las fronteras agrícolas, entre otras actividades.
El suelo es sustento de vida,
desarrollo y producción, es parte de nuestro deber cuidarlo, fomentando
actividades que influyan positivamente sobre el suelo, como las buenas
prácticas agrícolas. El suelo es un recurso que debe ser resguardado, ya que
será el legado de las próximas generaciones. Debemos hacer una practica diaria
lo que nos enseña el Papa Francisco en Laudato Si, trabajar por una conservación
ecológica.