¡Viva la Patria!
El 25 de mayo de 1810
había marcado el comienzo de la ejecución de un ideal que cambiaría el rumbo
del Virreinato del Río de La Plata. Pero ningún proceso de cambio se produce de
un día para otro. Todo camino significa esfuerzo, compromiso con elecciones,
decisiones y pérdidas. En 1816 la revolución estaba en marcha y esto se
advertía en la sociedad misma.
El esfuerzo realizado y el
aval para lo que aún faltaba por realizar debían coronarse con una declaración
de Independencia que nos identificara como nación libre y soberana.
Y precisamente el 9 de
julio de 1816, en una casona tucumana, un grupo de patriotas declararon la
anhelada independencia de España y de toda dominación extranjera. Ése es el
acontecimiento que hoy recordamos.
En este presente es
necesario recrear la política y el ejercicio del poder en clave de servicio para
que nuestra democracia, basada siempre en la soberanía popular y en la división
de poderes, sea auténtica y representativa de los intereses del pueblo.