“Somos
Gianellinos, somos misioneros. ¡La alegría es nuestra misión”
Hoy somos
nosotros quienes seguimos su legado siendo parte de esta Familia Gianellina.
Hoy nos corresponde seguir andando y descubriendo dónde hace falta llevar a
Dios. Continuar su labor no requiere estudios ni enormes proezas, tan solo un
corazón humilde, alegre y dispuesto a acompañar al hermano. Como dice el Papa
Francisco: la misión se sostiene con corazones ardientes, ojos bien abiertos y
pies que se pongan en camino.