“La trata de seres humanos desfigura la dignidad”
La trata de personas es un
delito que día a día se cobra la vida de millones de seres humanos que caen en
las redes de tratantes. El 18 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones
Unidas, decidió designar el 30 de julio como “Día Mundial contra la Trata de
Personas”. En dicha resolución, se señala que el día es necesario para “concienciar
sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y
proteger sus derechos”.
El pasado 8 de febrero la
Iglesia celebró la memoria de Santa Josefina Bakhita, nacida en la en Sudán
(África), quien fue secuestrada y vendida cuando tenía nueve años por
traficantes de esclavos.
A partir de este
testimonio, el Papa Francisco estableció una Jornada Mundial de Oración y
Reflexión contra la Trata de Personas. El lema de la jornada fue: “Una luz
contra la trata. Caminando por la dignidad”.
Hoy, es necesario el
compromiso de trabajar para erradicar las actividades delictivas que atentan
contra la dignidad y los derechos de hombres, mujeres y niños y dejan efectos
duraderos en las víctimas individuales y en la sociedad en general.
El Santo Padre nos anima
también a encontrar formas efectivas de poner fin a este flagelo y garantizar
que las víctimas reciban la atención necesaria, tanto física como
espiritualmente.