“Donar para dar una oportunidad más de vida”
El Día Nacional de la Donación Voluntaria
de Sangre fue instituido el 9 de noviembre en homenaje al doctor Luis Agote,
quien en esa fecha del año 1914 realizó la primera transfusión de sangre con un
método revolucionario que impedía su coagulación mediante la adición de citrato
de sodio y, desde entonces, permitió salvar cientos de miles de vidas en todo
el mundo. Se trata de un hito de la ciencia argentina, que nunca fue patentado,
pero cambió la historia de la medicina habilitando la creación de los bancos de
sangre.
Hoy es el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre, fecha
que persigue promover la donación voluntaria y habitual de
sangre para disponer de un recurso indispensable y necesario en
hospitales. La sangre y sus componentes no pueden fabricarse ni comprarse
por lo que a través de la acción de donar de manera voluntaria y habitual
se consigue obtenerla de la forma más segura.
Las transfusiones de sangre y sus productos
ayudan a salvar millones de vidas al año. Contribuyen a que pacientes con
enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de
vida, y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas
complejas. Asimismo, tienen una función vital en la atención materno infantil,
el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres naturales o causados
por el hombre