jueves, 25 de noviembre de 2021

25 de Noviembre

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

“Todos debemos hacer mucho más por la dignidad de cada mujer”

La ONU declaró este día para visibilizar, reflexionar y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres. La fecha fue elegida en honor a la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas de la República Dominicana.

Conocidas como “Las Mariposas”, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal enfrentaron a la dictadura de Trujillo en 1950. Finalmente, fueron asesinadas brutalmente un 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador.

Fue entonces que en el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en el año 1981 se propuso reconocer el 25 de noviembre como el Día contra la violencia hacia las mujeres. Así es que se organizaron movilizaciones en Latinoamérica y se extendieron hacia otros países en todo el mundo.

En 1999, la ONU apoyó que el 25 de noviembre sea, en todo el mundo, una jornada de reivindicación a través de la resolución 54/134 e invitó a gobiernos, organizaciones internacionales y no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar sobre el problema y a reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

En diferentes ocasiones el Papa Francisco ha destacado la importancia de la defensa de la dignidad de la mujer, así lo expresan sus palabras del año 2020:

 

"Con demasiada frecuencia las mujeres son ofendidas, abusadas, violadas, inducidas a la prostitución… Si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de guerra, todos debemos hacer mucho más por la dignidad de cada mujer".

 

El Papa nos convoca a todos a trabajar para lograr el respeto y el cuidado de toda mujer, y para lograrlo se necesita de la cultura del cuidado, y la educación para el cuidado nace en la familia, núcleo natural y fundamental de la sociedad.

Como cristianos, fijemos nuestra mirada en la Virgen María, pidámosle que nos fortalezca y nos enseñe a no desviar la mirada, sino a comprometernos cada día con la realidad que nos rodea, que no actuemos indiferentes cuando una mujer nos necesita, porque “toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer” (Papa Francisco).