Se celebra el 12 de
junio de cada año. El objetivo de conmemorar esta fecha, es sensibilizar y denunciar
la explotación infantil que se lleva a cabo en muchos países del mundo, donde
se obliga a los niños a trabajar, negándoles todo derecho a la educación, la
salud y una vida plena que le permita su desarrollo y bienestar integral.
En 2015, los dirigentes mundiales adoptaron los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluían un renovado compromiso para acabar con el
trabajo infantil. En particular, la meta 8.7, hace un
llamamiento a la comunidad internacional para "adoptar medidas
inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas
contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la
prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos
el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, para 2025, poner fin al
trabajo infantil en todas sus formas".