miércoles, 1 de diciembre de 2021

01 de Diciembre

Día Mundial de Lucha contra el Sida


Expresemos nuestra cercanía a las personas que conviven con esta enfermedad

El Día Mundial de la Lucha contra el Sida se conmemora cada 1 de diciembre para llamar la atención sobre el VIH/Sida. Es una oportunidad para diseminar información y dar a conocer la situación e impulsar avances en materia de prevención, tratamiento y atención a las personas que viven con el virus; tanto en los países con elevada prevalencia, como también en el resto del mundo.

Debemos practicar la cercanía hacia las personas que padecen esta enfermedad, acompañarlos con nuestras oraciones, al igual que a los médicos e investigadores que buscan los mejores tratamientos y la cura de esta enfermedad.

¿Qué es el SIDA?

El SIDA es una enfermedad causada por el VIH, un virus que ataca de manera directa el sistema inmunológico, provocando, a la larga, que las personas presenten serios problemas de salud como infecciones, así como enfermedades graves como el cáncer y que puede terminar con la vida de quien lo padece.

El SIDA se ha convertido en una verdadera pandemia mundial, que ha cobrado la vida de millones de personas, siendo el continente africano el que presenta mayor número de infectados.

¿Qué diferencia existe entre el VIH y el SIDA?

Por lo general, el VIH y el SIDA son dos términos que las personas tienden a comparar y pensar que tienen el mismo significado, cuando en realidad, es que no siempre los portadores de VIH terminan padeciendo de SIDA, ya que, si el paciente es sometido a tiempo al debido tratamiento, esto puede coadyuvar a mantener el virus controlado y así evitar que se desencadene este último.

Muchos pacientes que han sido diagnosticados con VIH, no han llegado a contraer el SIDA. Estas personas son capaces de pasar años con el virus en su cuerpo, pero sin llegar a un deterioro grave del sistema inmune, que ponga en peligro su vida. De ahí la importancia de un diagnóstico oportuno, para luego ser sometido al debido tratamiento.

El VIH es el causante de que las células CD4 (glóbulos blancos) y encargadas de defender al cuerpo de las infecciones, vayan desapareciendo, lo cual termina por dañar de forma progresiva los sistemas y órganos, provocando cuadros graves e inclusive la muerte.