Reaccionemos ante la cultura del descarte, hagamos nuestra la cultura del
encuentro.
En
el Año de la Oración, ahora ya a
las puertas del Jubileo Ordinario 2025, el tema elegido por el Papa para la
VIII Jornada Mundial de los Pobres es: “La
oración de los pobres se eleva a Dios” (Eclo 21, 5).
El
Santo Padre, en su mensaje,
subraya cómo los pobres ocupan un lugar especial en el corazón de Dios, que
está siempre a todos. Sus oraciones son escuchadas, y Dios, ante su
sufrimiento, se “impacienta” hasta que obtiene justicia para ellos.
El
Papa observa que “es necesario hacer nuestra
la oración de los pobres y rezar junto a ellos” y nos invita a
aceptarla como un desafío y como una acción pastoral que hay que alimentar porque “la peor discriminación que sufren los pobres
es la falta de atención espiritual”.
Unámonos
todos en la oración por nuestros hermanos que están atravesando momentos de
sufrimiento, marginación, pobreza y desprecio, acompañemos esta oración con
actos de caridad concreta para ayudarlos a salir de estos contextos.