“El Buen
Pastor del Evangelio es mi único ejemplar…” SAMG
Padre Bueno, hemos sido llamados
para vivir una experiencia de amor bajo el impulso del Espíritu Santo.
Queremos ser misioneros de verdad,
como San Antonio María Gianelli que peregrinó por las sendas de las
Bienaventuranzas santificándose y santificando.
Fortalécenos Padre Bueno, para
que nuestra caridad sea operativa, que nuestra oración se haga fuego en la
acción, que bebiendo de la Palabra de Dios y los Sacramentos podamos participar
con valentía de este envío que es una cuestión de amor y una respuesta de vida
para quien quiere tomarse en serio el Evangelio, y ser signo de alegría y
esperanza.
Padre, abrázanos en este estilo
Gianellino para que no seamos misioneros de nombre, sino que cada uno de
nosotros sepa hacerse “Todo para todos”, como María, buscando
siempre la luz de tu Reino para bien de la Iglesia y del mundo entero.
Amén.