La variedad
de alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el
clima que hace posible nuestra vida en el planeta, no existirían sin los
servicios de la naturaleza. Por ejemplo, cada año, las plantas marinas producen
más de la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera, y un árbol es capaz de
limpiar nuestro aire absorbiendo 22 kilos de dióxido de carbono y liberando
oxígeno a cambio. A pesar de todos los beneficios que nos brinda nuestra
naturaleza, todavía la maltratamos, por eso necesitamos trabajar en ella. Por
eso necesitamos este Día Internacional.
El Día
Mundial del Medio Ambiente, que este año cuenta con Colombia como país
anfitrión, es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones
Unidas para fomentar la acción ambiental. Desde 1974, el 5 de junio se ha
convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos,
empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante.
En 2020 el
tema es la biodiversidad –motivo de preocupación tanto urgente como
existencial–. Eventos recientes, como los incendios forestales sin precedentes
en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el Cuerno de
África y ahora la pandemia de COVID-19, demuestran la relación inexplicable
entre los humanos y las redes de la vida en las que vivimos.
La biodiversidad y su
conexión con el ser humano
La biodiversidad es la base que sustenta toda la vida en la
tierra y debajo del agua. Tiene relación con todos los aspectos de la salud
humana. Proporciona agua y aire limpio, alimentos nutritivos, conocimiento
científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y
mitigación del cambio climático. Cambiar o eliminar un elemento en esta intrincada
red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas.
La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre,
la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el
delicado equilibrio de la naturaleza. Se necesitarían los recursos de 1,6
planetas Tierra para satisfacer la demanda de los humanos cada año. Si
continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves
consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios
y de salud.
La aparición de la COVID-19 ha puesto en evidencia que
cuando destruimos la biodiversidad destruimos el sistema que sustenta la vida
humana. La naturaleza nos está enviando un mensaje.