Domingo de la Divina Misericordia
24 de Abril
“Señor
mío y Dios mío”
El evangelio de este Segundo Domingo de Pascua, nos muestra al
discípulo Tomás y su dificultad en creer que Jesús había resucitado, no se fía
de la palabra de sus hermanos. Jesús se muestra a su discípulo y éste es
llamado a creer, expresando: «Señor mío y Dios mío».
Este evangelio que hoy leemos nos anima a creer, acoger y aceptar la
buena noticia que recibimos de Jesús: el mal será vencido.
Hoy también se celebra la Fiesta de la
Divina Misericordia, esto ocurre el primer Domingo después del Domingo de
Pascua.
Sor María Faustina, apóstol de la Divina Misericordia, forma parte del círculo de
santos de la Iglesia más conocidos. A través de ella el Señor Jesús transmite
al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta el modelo de la
perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la actitud de caridad
hacia el prójimo.
El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama, a todos, no importa qué
grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es
más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza,
para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros.