Fiesta de Santa Lucía

Santa Lucía, Patrona de la Vista

Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución.

Pascasio, gobernador de Diocleciano en Sicilia, la mandó llamar y, viendo que ella se negaba a adorar a los dioses romanos, ordenó que fuera llevada a un prostíbulo. Con este propósito pusieron a Lucía en un carro, pero los bueyes que tenían que tirar del carro no lograron moverlo del sitio. Entonces, el gobernador Pascasio, lleno de odio, manda que quemen viva a la joven Lucía, pero las llamas de la hoguera no le hacían daño.

Al ver este tipo de cosas milagrosas que sucedían, muchas personas se convertían al cristianismo y entonces, el gobernador mandó que le sacaran los ojos. Como ella seguía viendo, ordena al verdugo que le cortara la cabeza. El martirio de Lucía se produjo el 13 de diciembre del año 304. Fue enterrada en las catacumbas de Siracusa y desde allí sus reliquias se distribuyeron a distintas iglesias del mundo.