«El Señor Jesús,
después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» Mc 16, 19
El día de la Ascensión se
celebra justo cuarenta días después del domingo de resurrección, durante el
Tiempo Pascual. En esta fecha se conmemora la Ascensión del Señor al cielo, en
presencia de sus discípulos tras anunciarles que les enviaría el Espíritu
Santo.
La Fiesta de la Ascensión
del Señor expresa la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza
humana de Jesús, como contrapunto a la humillación padecida en la condena y la
muerte en la cruz. Jesús acaba su vida en la tierra y vuelve al Padre.
La Ascensión de Jesús al
cielo no supone un "abandono", sino un estar presente de una manera
nueva: esto explica que los discípulos "se llenaran de alegría" (Lc
24,52). Con Jesús, muerto, resucitado y ahora ascendido, se abrieron las puertas
del cielo, de la vida eterna.
El Señor Jesús, asciendo con
los brazos abiertos, como los tuvo en la cruz, bendiciendo a la humanidad y
abriendo definitivamente la senda y las puertas del cielo a todos.