sábado, 30 de julio de 2022

"¡La trata de personas es violencia!”

El 18 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Resolución 68/192 decidió designar el 30 de julio como “Día Mundial contra la Trata de Personas”. En dicha resolución, se señala que el día es necesario para “concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos”.

Las víctimas de trata son privadas de su libertad, derechos y sometidas a situaciones de explotación sexual y laboral, trabajos forzados, servidumbre doméstica, extracción de órganos, mendicidad, entre otras modalidades. Cada año se establece un tema o lema que permite analizar el estado de la cuestión. En 2022, el lema es "Uso y abuso de la tecnología" en el sentido de que la tecnología e Internet es una herramienta que permite la trata de personas, pero también puede impedirla.

La Iglesia Católica también se ha pronunciado contra la trata de personas. En el 2013, el Papa Francisco dijo que los más afectados por este “crimen contra la humanidad” son “los más vulnerables” y “los que provienen de situaciones de desintegración familiar y social”.

Por ello, exhortó a los gobiernos a intervenir y tomar responsabilidad y una voluntad política más fuerte para facilitar la regulación de las migraciones y garantizar la incolumidad de los familiares de las víctimas “para evitar que los corruptos y delincuentes eludan la justicia”.